Otoño que me reciclas
removiendo mis anclajes,
que mudas mis capas muertas
y me vistes con nuevo traje.
No te olvides
que vengo ya de largo,
que antes estuve
y quiero seguir estando.
Con mi maleta de deseos,
los mismos de cada año.
Con mi empeño, con mis dudas,
con todo lo que viajo.
Que aunque quieras,
con mis capas hacer un sayo,
no me quites la fuerza
que tengo entre manos.
Por la simple razón
de ser mi eterno sueño,
el que ya pinta canas
por estar envejeciendo.
Firme deseo este,
que muere por ser vivido
y vive para ser soñado.
Soldevillaa