Caminando voy a verte,
desde la alta zapata
que va por la calle Betis,
o por tu orilla más silvestre.



Si me gustan tus costaos
tanto como tus frentes,
más me privan tus bajos,
los que tan forjaos tienes.



Los que, según cuentan,
te bendicen o no
al amor que les presentes.
Si no les gusta su nobleza,
de alambre les viste el corazón.
Soldevillaa